Desde hace siglos, el tarot ha fascinado y desconcertado a la humanidad. Su origen misterioso y su lenguaje simbólico han hecho que se tejan a su alrededor innumerables creencias, muchas de ellas erróneas.
Estos mitos del tarot no solo confunden a quien se inicia, sino que también distorsionan su verdadera esencia espiritual: un espejo del alma y una herramienta de autoconocimiento.
Durante mucho tiempo, el tarot fue visto con miedo o superstición. Sin embargo, hoy sabemos que su poder no reside en “adivinar el futuro”, sino en reflejar el presente interior. Desmontar los mitos del tarot es, en el fondo, liberar la práctica de prejuicios y devolverle su auténtica sabiduría.
Uno de los mitos del tarot más comunes es que sirve para saber lo que ocurrirá. En realidad, el tarot no dicta un destino fijo, sino que muestra tendencias y energías.
Las cartas no deciden por ti, te ayudan a comprender las fuerzas que influyen en tus decisiones.
El futuro es una posibilidad, no una sentencia. El tarot te permite verlo desde la conciencia para que actúes con libertad.
Por eso, más que una herramienta de predicción, el tarot es una guía de comprensión personal.
Los malentendidos más frecuentes son los siguientes:
Estas ideas nacen del miedo y de siglos de secretismo. En realidad, el tarot es una herramienta universal, accesible a cualquier persona que desee conocerse a fondo.
Cuando crees en estos mitos, transformas una práctica de sabiduría en superstición.
El tarot deja de ser un espejo para convertirse en un oráculo de miedo. Y el miedo bloquea la intuición.
Desmontar los mitos del tarot no es solo cuestión de información, sino también de empoderamiento espiritual.
Cuando entiendes que las cartas no predicen, sino que acompañan, descubres que el poder nunca estuvo fuera: siempre estuvo en ti.
Aspecto | Visión mítica del tarot | Visión terapéutica del tarot |
---|---|---|
Enfoque principal | Predicción y destino fijo | Autoconocimiento y libre albedrío |
Relación con el consultante | Dependencia de la “vidente” | Participación activa y consciente |
Interpretación de cartas | Buena o mala suerte | Energía simbólica y emocional |
Resultado | Respuesta cerrada | Comprensión y crecimiento personal |
Emoción predominante | Miedo o curiosidad superficial | Paz, claridad y aceptación |
Liberarse de los mitos del tarot permite disfrutar de una experiencia mucho más profunda, donde cada carta se convierte en un maestro interior.
Otro de los grandes mitos del tarot es creer que existen cartas malas. La Muerte, el Diablo o la Torre han sido temidas por generaciones. Pero su energía no es destructiva, sino transformadora.
Nada en el tarot es “malo” o “bueno”; todo depende de cómo lo mires. Las cartas difíciles te muestran lo que necesitas reconocer para evolucionar.
Muchos creen que el tarot solo puede leerse si se “nace con un don”. Ese mito perpetúa la idea de que la sabiduría está reservada a unos pocos.
Pero la verdad es que todas las personas poseen intuición.
El tarot no exige dones sobrenaturales, sino sensibilidad y práctica. Cuanto más te conectas con tu mundo interior, más clara se vuelve tu lectura.
Desmontar este tipo de mitos del tarot empodera: te recuerda que no necesitas intermediarios para escuchar tu alma.
Los mitos sobreviven porque el tarot toca temas que la mente racional no controla: el misterio, la energía, la emoción.
Además, el cine, la televisión y la cultura popular han contribuido a reforzar la idea de que el tarot es algo “oscuro” o “prohibido”.
Pero la verdad es que el tarot moderno —especialmente el terapéutico y evolutivo— está más cerca de la psicología y la espiritualidad consciente que del ocultismo.
Romper los mitos del tarot es una forma de devolverle su valor simbólico y humano.
El primer paso es leer con curiosidad, no con miedo.
Antes de una tirada, limpia tus cartas, centra tu energía y recuerda que el tarot no te juzga: te acompaña.
A medida que practiques, notarás que los mitos se disuelven solos. Las cartas empiezan a hablarte desde el corazón, sin superstición, sin temor.
El tarot no exige fe ciega, solo presencia y sinceridad.
Desmitificar el tarot es, en realidad, sanar la relación con lo desconocido.
Los mitos del tarot han distorsionado su propósito durante siglos, pero cada vez más personas están redescubriendo su esencia espiritual: la de un espejo que refleja el alma, no el destino.
El tarot no dicta, revela. No impone, acompaña.
Cuando te liberas de los mitos, accedes a una relación honesta con la energía, donde cada carta es una conversación entre tu consciente y tu inconsciente.
Verás entonces que el tarot nunca quiso asustarte: quiso enseñarte a confiar en tu propio poder.
Si deseas profundizar en esta práctica desde una mirada consciente y libre de supersticiones, puedes hacerlo en Videnso, donde guías espirituales trabajan con el tarot como herramienta de claridad, crecimiento y sanación interior.
1. ¿El tarot puede predecir mi futuro exacto?
No. Refleja tu presente y las energías que pueden influir en tu camino.
2. ¿Existen cartas malas o de mal augurio?
No. Todas las cartas tienen un mensaje constructivo si las interpretas desde la conciencia.
3. ¿Cualquiera puede aprender tarot?
Sí. La intuición es una habilidad humana, no un don reservado.
4. ¿Debo tener miedo de las cartas?
Jamás. El tarot no te da miedo: te muestra verdades para liberarte.
5. ¿Por qué se repiten ciertos mitos del tarot?
Por desconocimiento y por la influencia cultural que ha confundido su esencia.